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      Estudio de la Clinica Mayo en Jacksonville (Florida, Estados Unidos) sobre el tratamiento del dolor en fibromialgia con acupuntura y terapia miofascial. 

      La acupuntura antigua y la terapia miofascial moderna para el tratamiento del dolor se concentran en puntos similares del cuerpo para tratar el dolor, aunque lo hacen de manera distinta, aclara el Dr. Peter Dorsher, médico de la Clínica Mayo de Jacksonville que analizó las dos técnicas.
      En Agosto del año 2005, en el Onceavo Congreso Internacional Sobre el Dolor realizado por la Asociación Internacional de Estudios sobre el Dolor, en Sydney , Australia, se presentó la evidencia sobre uno de los estudios más importantes hechos en las últimas décadas. La prestigiosa Clínica Mayo pudo concluir que mediante el uso de la acupuntura como terapia primaria para la fibromialgia, los síntomas mejoraron sustancialmente: el dolor, la ansiedad y la fatiga mejoraron notablemente.
      Los resultados del estudio, publicados el 10 de mayo del 2005 en la revista de Medicina Complementaria y Alternativa, sugieren que cualquiera de las dos terapias podrían beneficiar a quienes desean recibir alivio para ese dolor musculoesquelético crónico, informa el Dr. Peter Dorsher, especialista en dolor crónico del Departamento de Medicina Física y Rehabilitación de la Clínica Mayo.
      “Esto puede parecer sorprendente para los profesionales llevan a cabo una u otra técnica, porque la idea ha sido que éstas son terapias exclusivas y están separadas por miles de años”, expresó. “Sin embargo, este estudio revela que para el tratamiento de los trastornos de dolor, la acupuntura y las técnicas miofasciales son básicamente similares, y ésta es una buena noticia para cualquier persona que busca una forma de alivio”.
      Comenta el Dr. Dosher: "La acupuntura china tradicional trata el dolor y una variedad de trastornos de la salud con finas agujas para “reajustar” la transmisión nerviosa. Las agujas se introducen en uno o varios de los 361 puntos tradicionales de acupuntura dirigidos hacia órganos o dolores específicos.”.
      La terapia de puntos desencadenantes para alivio miofascial empezó a desarrollarse a partir de mediados del siglo XIX, y se concentra en zonas musculares sensibles o “puntos desencadenantes”. Existen aproximadamente 255 zonas de ese tipo, descritas en el Trigger Point Manual (Manual de los Puntos Desencadenantes), texto original sobre dolores miofasciales. Se creen que estas son zonas dolorosas compuestas por músculo y fascia, o sea aquella red de tejido blando que rodea los músculos, huesos, órganos y otras estructuras corporales. Para aliviar el dolor en estos puntos desencadenantes, quienes practican esta técnica emplean, entre otros, inyecciones, presión profunda, masaje, vibración mecánica y estimulación eléctrica.
       El procedimiento para este estudio se basó en estudios  publicados sobre ambas técnicas y demostró que tanto los puntos de la acupuntura como los puntos gatillo que se utilizan para tratar los trastornos de dolor son anatómicamente y clínicamente similares. 
      La inmensa mayoría de puntos gatillo comunes corresponden anatómicamente con puntos acupunturales destinados a tratar el dolor. Por eso, el Dr. Dosher afirma que:  “Los puntos de acupuntura tradicionales se ubican en la misma zona del cuerpo que los puntos desencadenantes y se emplean para el mismo tipo de problema, además que el patrón de dolor referido en el punto desencadenante sigue el camino del meridiano del punto de acupuntura descrito por los chinos hace más de dos mil años". La terapia para el dolor miofascial últimamente ha incorporado el uso de agujas de acupuntura en un tratamiento llamado “aguja seca” para tratar puntos desencadenantes en los músculos. “Creo que puede decirse que el tratamiento del dolor miofascial es una forma independiente de redescubrir los principios de curación de la medicina tradicional china ”, dice el Dr. Dorsher. “Lo que posiblemente une a ambas disciplinas es el sistema nervioso que transmite el dolor”.